Críticas Asalto en París (2016)

La trama carece de coherencia, pero eso se puede perdonar, ya que los dos protagonistas disfrutan tanto de su papel que algunas de sus conversaciones incómodas se tornan realmente entretenidas.

Avanzando con clichés y poco probables giros de trama, las cualidades físicas y la mera presencia en pantalla de Elba cimientan su estatus de uno de nuestros talentos más apasionantes.

No pasa de ser un desangelado vehículo de entretenimiento con desafortunadas conexiones a la vida real.

Esto es un disparate festivo y muy divertido, a pesar de los temas mortuorios; un thriller de esos en los que no importa tanto la lógica del argumento como la eficacia del clima general, y que brilla en la inteligibilidad de los golpes, tiros y persecuciones.

No busca proporcionar más de lo que puede, y en esa ausencia de ambición –al menos hasta el clímax, que resulta un tanto exagerado y, sin duda, poco creíble– halla un modo de transmitir sus modestos pero efectivos placeres visuales.

La película explora diversas variables y se siente libre de llevar la narrativa a donde desee. Hay momentos realmente brillantes que destacan. Si hubiera más desarrollo, le otorgaría una calificación aún más alta.