Críticas Una chica fácil (2019)

Una exquisita y luminosa película francesa sobre la adolescencia.

Un cuento amoral, ligero y luminoso, que desmonta los clichés sobre las relaciones de poder sexual, cultural y económico.

A veces puede resultar algo ligera, pero se deja ver con mucha facilidad, y además cuenta con la presencia de una magnética actriz recién llegada a este mundillo como Mina Farid.

Es demasiado inteligente y sutil para apoyarse en estereotipos. Tiene una volatilidad encantadora que se desarrolla hasta llegar a un clímax inesperadamente emotivo.

Cine de autor de calidad que es intelectualmente estimulante y plantea preguntas inquietantes sobre los valores personales.

Zlotowski emplea un estilo singular que sintetiza y amplifica la complejidad psicológica del drama, así como los análisis sociales.

No estoy diciendo que sea aburrida, aunque pasar un verano en el sur de Francia es necesariamente aburrido.

Sin ser una gran película, se trata de una apuesta hacía un tipo de cine francés que no se ve demasiado últimamente en Cannes y que son parte de la educación sentimental y cinematográfica que siempre supo darnos este país.

'Una chica fácil' es vulgar al intentar mostrar lujos y sofisticación y aún más vulgar al exponer vulgaridades. Aunque busca ofrecer diálogos "profundos e interpretables", en realidad son solo vacíos y superficiales.

Todo un fenómeno mediático; en rigor, un desbordamiento de sensualidad muy a contracorriente de la corrección política feminista en turno.