Críticas 23 paseos (2020)

Johns y Steadman carecen de una química notable, sin embargo, resulta refrescante ver una película que retrata un romance en la madurez con tanta sinceridad y dulzura.

Los paisajes londinenses son hermosos y los perros, encantadores. Sin embargo, tanto los actores como la audiencia merecen algo más.

Johns y Steadman cumplen con su papel. La ciudad de Londres se presenta de manera atractiva y las emociones transmitidas son tanto intensas como genuinas.

Una vieja historia que se ha contado varias veces y de diversas maneras, pero ninguna de ellas de un modo tan franco y cercano, casi vecinal, como la construye Paul Morrison.

Johns y Alison Steadman logran explorar la profunda ternura de su amor en pleno otoño. Su interpretación, nada ostentosa, destaca como los pocos instantes auténticos de una película que se pierde en sus divagaciones.

Escenas de indefinible sentimiento evitan la excesiva cursilería, acercándose más a la perspectiva de títulos más incisivos, como 'Primavera de otoño'. Es una obra pequeña, pero dignísima y llena de vida.