Críticas Cuestión de sangre (2021)

Es esa producción original de Hollywood que hace que digas 'ya no se hacen películas como esta'.

Un drama que carece de claridad, con un tono poco definido, actuaciones insatisfactorias y una dirección débil. Es tan deficiente que resulta difícil de disfrutar.

Un ritmo narrativo lento. La interpretación de Damon es excepcional y su calma innata sostiene la película incluso en los momentos más exagerados. Definitivamente, vale la pena quedarse para apreciar el resultado final.

El guion de Thomas Bidégain refleja una meticulosa observación del protagonista. Sin embargo, en ocasiones, este detallismo puede resultar tedioso, y lamentablemente, McCarthy no consigue aportar la intensidad emocional necesaria en las situaciones diarias.

Comienza con un gran impacto y atractivo, pero a medida que avanza, se vuelve redundante y excesivamente prolongada.

Cuando 'Stillwater' aborda cuestiones más humanas sobre los aspectos complicados y a veces violentos de los personajes, la película adquiere un significado más profundo y una relevancia sorprendente.

La lucha de este padre por salvar a su hija en un mundo hostil, junto con su búsqueda interna, crean una poderosa narrativa que merece ser más reconocida.

La trama policial se vuelve secundaria ante el desarrollo de la historia de amor, pero en algún momento se reconectan. En esta intersección, 'Cuestión de sangre' se asemeja a una mezcla de 'Gran Torino' y 'El secreto de sus ojos'.