Críticas Hierve (2021)

Es un fracaso admirable, ya que sus puntos fuertes están en constante competición con la decisión cuestionable de Philip Barantini de grabarlo todo en un solo plano.

Una fascinante adaptación televisiva que cuenta con un reparto excelente, una atmósfera llena de tensión y una trama que te encariñará con todos los personajes.

Stephen Graham combina presión y preocupación para dar vida a un chef que refleja auténticamente la tensión extrema. El entorno es, sin duda, parte integral del mensaje. Se trata de un viaje exasperante y estimulante.

Acaba cocinando una buena película porque tiene interpretaciones decentes, personajes interesantes y varios giros entretenidos.

Todo fluye más allá del acierto formal de ese plano continuo y de la experiencia inmersiva. Barantini logra captar nuestra atención con un gran Stephen Graham.

Una película tensa, atrapante e incómoda, una despiadada reflexión sobre los vínculos interpersonales bajo los mandatos de un régimen laboral que no da respiro.

Hay una prueba simple y rotunda de que el desafío técnico y actoral no es decorativo, sino funcional. La historia funciona dramáticamente, ya que la tensión se manifiesta de manera efectiva, y el manejo del punto de vista es impecable.

Es complicado disfrutar de este constante peso emocional, aliviado únicamente por breves momentos de felicidad efímera. La película opta por ser excesiva en su carga emocional y presenta un trasfondo algo cruel.