Críticas Jockey (2021)

Este inmersivo drama busca evocar una atmósfera agotadora y resignada, similar a la de westerns postmodernos como 'Hud', y en gran medida lo logra.

Clint Bentley se mantiene fiel a sus personajes decadentes, dotando a la película de un elegante desencanto que sustituye las grandes escenas emocionales por reflexiones serenas y una sabiduría amarga.

Clifton Collins, Jr. ofrece la mejor interpretación de su carrera en este conmovedor drama. Si entramos en el juego de las comparaciones, es similar a 'The Wrestler', pero con caballos en lugar de trajes ajustados.

El mejor papel de su carrera. Un drama excepcional. El formato amplio de la película aporta una grandeza poética, y las texturas son tan ricas que casi se pueden percibir. ¡Y esos cielos!

Un drama deportivo como nunca has visto antes. Es desgarrador y lo que realmente lo destaca es su mensaje final. Además, se presenta como un fascinante estudio de personajes y un poderoso debut de Bentley.

Es decepcionante que las maniobras de la historia estorben. Pero, siendo Collins el actor extraordinario que es -concentrado y en equilibrio con lo que necesite la película- supera el tramo final, de todos modos, como un campeón.

Una actuación estupenda de Clifton Collins Jr. Realmente se sumerge en el mundo del jockey, capturando su estilo de vida, ritmos y texturas.

Son esos encuentros y momentos compartidos entre colegas los que aportan esa autenticidad que la película logra, permitiéndole eludir el cliché a pesar de utilizarlo.

No es una película que sorprenda en exceso, pero incluso en tópicos ya bastante explorados, muestra una sensibilidad, un rigor y una nobleza que se disfrutan y aprecian.