Críticas Frankie (2019)

Te impacta como una brisa fresca en un caluroso día de verano y te deja con la sensación de que podrías disfrutar otros 90 minutos más junto a estos entrañables personajes.

Elegante pero carece de profundidad. No logra alcanzar la complejidad emocional, la intensidad ni el compromiso personal que caracterizan las obras más destacadas de Sachs.

Isabelle Huppert y Marisa Tomei destacan en sus actuaciones. La película elude el melodrama y la teatralidad, presentándose como un poema lleno de nostalgia.

Parece una de las películas de 98 minutos más largas de la historia. Da la impresión de que muy pocas cosas tienen sentido.

Ira Sachs evita los exagerados excesos de otros directores de EE. UU. que buscan un estilo europeo. Es una obra notable que, a pesar de ser considerada por algunos como modesta, realmente brilla por su sutileza.

El guion no consigue crear una interacción convincente entre los personajes. Los diálogos son planos a pesar de intentar ser ingeniosos, y ningún actor se destaca, ni siquiera Huppert, que parece estar en un proyecto diseñado para ella.

Aunque no es la obra más destacada de su carrera, muestra en cada momento su habilidad como director, evidenciada en encuadres sutilmente impactantes y una notable dirección de los actores.

Nada que ver con esas películas del Dogma donde las reuniones familiares eran una puerta al infierno para los personajes y para el público. Acá todo se expone de modo agradable, tanto que dan ganas inmediatas de ver algo más de este autor.

Oscila entre el patricio cine de prosa a lo Éric Rohmer y el ultrasobrio cine platicado del sudcoreano estático estético Hong Sang-soo.