Críticas Kin (2018)

Es cierto que presenta imperfecciones y en ciertos momentos el presupuesto se hace evidente. Sin embargo, se percibe una honestidad que a menudo falta en producciones más costosas.

El resultado es, en términos artísticos, un éxito modesto. Es lo suficientemente poco convencional y habilidosa para ser atractiva.

Si tengo buena conciencia, no puedo ni quiero recomendarla.

'Kin' logra evitar caer en lo peor, pero no logra ofrecer una experiencia plenamente gratificante. En términos generales, su ritmo resulta bastante lento.

Se estanca en momentos estáticos que repiten los mismos rasgos del personaje y las mismas acciones hasta el hastío.

La trama evoluciona de una sensación de vacío a una idea absurdamente incoherente. 'Kin' plantea más interrogantes que resoluciones, y lo peor es que esas interrogantes carecen de especulación intrigante.

Para aquellos que disfrutan de historias con ratones. El intento de recrear un ambiente de los años 80 resulta forzado y no se alinea con el verdadero espíritu de la obra original.

'Kin: El legado' presenta una narrativa que, a primera vista, parece sólida por sí sola, pero que termina revelando carencias. Aun así, la película demuestra una habilidad notable al mantener en secreto sus elementos más impactantes.

Una película ideal para los jóvenes, que cumple bien en términos de acción y diversión, aunque su componente de ciencia ficción deja un poco que desear.

Los primeros minutos establecen una ilusión de estilo visual, donde los primeros planos cenitales sugieren una promesa que al final no se cumple.