Críticas Verano del 84 (2018)

Un buen homenaje a la época de 'Los Goonies' del cine juvenil. Sin embargo, quienes busquen terror sentirán que la recompensa es insatisfactoria tras un desarrollo prolongado y poco sólido.

La película juega con los espectadores de forma eficaz. Sin embargo, los intentos de dotar de profundidad a los personajes no logran el impacto esperado.

'Summer of 84' evoca la imagen de un niño jugando con la pistola de su padre. Su actitud irritante y arrogante genera en el espectador el deseo de que se haga daño a sí mismo, simplemente para acabar con la molestia que representa.

'Summer of ‘84' genera de manera efectiva una atmósfera aterradora de adolescentes llenos de paranoia. Considero que acierta plenamente en su enfoque.

Hace del dejà vu su único horizonte. Como un 'Stranger Things' descolorido al que se le hubiese visto el plumero desde el minuto 1, ilustra hasta qué punto la nostalgia de los ochenta se ha ido convirtiendo en una losa.

Un prometedor inicio, con una voz en off que nos advierte sobre las extrañas realidades detrás de las idílicas fachadas, da paso a una trama con reminiscencias de Blyton.

Muestra una gran habilidad para construir tensión, lo que parecía un simple elogio a la nostalgia se transforma en una eficaz exploración de las áreas sombrías que comúnmente evitamos al recordar.

Es fácil desconectarse del misterio y caer en un letargo similar al de una reposición televisiva. En ese sentido, la recreación de la experiencia está bien lograda.

Encuentra su propio camino cuando se aleja de la morriña generacional y vira, desde los tópicos de la cinta de aventuras detectivescas teen, hacia un inesperado clímax terrorífico.

El trío de directores consigue trascender la mera copia, utilizando con gracia las referencias pero proponiendo un marco más amplio para su revisión cinéfila de la época.