Críticas Clean (2021)

Demasiado pretenciosa para ser divertida, demasiado llena de lugares comunes como para ser tomada en serio.

La trama avanza de manera dinámica, superando ciertos clichés del género. Brody ofrece una actuación excepcional, su expresión facial y mirada comunican una gran profundidad.

Estéticamente atractiva, pero con diálogos simples. Esta película de acción brilla en los momentos de silencio, permitiendo que la acción hable por sí misma.

Posee momentos visualmente impactantes, pero no logra brindar satisfacción ante la abundancia de violencia y el desenlace decepcionante.

Es una película que carece de originalidad y se siente extremadamente predecible, como si perteneciera a la categoría de películas de serie B, sin ofrecer nada distintivo ni un estilo memorable.

La evolución trágica del protagonista y la forma en que Solet aborda la violencia de manera cruda e incesante lo salvan de la mediocridad total.

A pesar de que su historia sigue un enfoque tradicional, 'Clean' destaca por su refinamiento estético y un ritmo vibrante.

No apunta alto, apunta bajo, pero da en el clavo totalmente y sus representaciones turbias de violencia visceral no se olvidan fácilmente.

Puedo soportarlo. Además, Brody está bastante bien, y hay suficiente atmósfera de grava que te hace oler el aceite de motor y la pólvora en el aire. Pero no esperes un cine rompedor.

Nuestro protagonista habla poco, permitiendo que Brody exprese su dolor a través de sus intensos ojos. Esto le otorga a la película una sensación de mudez que no resulta efectiva.

La película falla en su intento de ser sutil, y la música de Brody no logra rescatarla. Aun así, 'Clean' presenta algunos momentos destacables.

Uno de los problemas de 'Clean' radica en que establece un entorno relativamente realista, pero lo puebla con una serie de estereotipos.

Esta película de Paul Solet demuestra que a menudo una obra mediocre puede resultar más interesante que una que simplemente cumple con lo esperado.