Críticas El gran Maurice (2021)

Una comedia desaliñada y simpática. Si Maurice Flitcroft no hubiera existido en la realidad, la comedia británica lo habría inventado.

He aquí una película sobre un tipo al que le gustaban seis terrones de azúcar en el té, y el espectador también necesitará ser un poco goloso. Una película británica amablemente boba y sentimental.

Tiene un poco del humor de 'The Full Monty' o 'Brassed Off', y aunque no es tan buena como ninguna de ellas, tiene una alegría ligera y optimista a la que es difícil resistirse.

El Maurice interpretado por Rylance es realmente encantador. Su presencia en escena mejora cada momento.

Flitcroft fue sin duda una figura deportiva extravagante y poco ortodoxa en la vida real, pero, al venerarlo simplemente por eso, la película se reduce a algo que nunca fue: totalmente convencional.

Si aprendemos algo de Maurice, es que todos merecen premios por su esfuerzo. Y merece la pena aplaudir unos cuantos buenos golpes, aunque al final se quede en la mitad del pelotón.

Las inventivas interpretaciones, especialmente la de Rylance, elevan la calidad de la película durante todo su desarrollo.

La dirección de Roberts logra varios gags ingeniosos y efectivos, sin embargo, el desarrollo de los personajes no resulta lo bastante sólido ni convincente.

De bonitas imágenes y texturas, la película presenta un matiz social con un toque humano tan extravagante como delicado. Las interpretaciones son estupendas, convirtiéndola en una encantadora comedia británica.