Críticas Identidad borrada (2018)

Te golpea como un disparo en el corazón. Kidman aporta una creciente compasión emotiva, mientras que Crowe está simplemente espléndido.

Qué enseñar y qué no, esa es la cuestión. Edgerton transita esa frontera con elegancia y sensibilidad 'Boy Erased' es una buena película y además una importante.

Un retrato poderoso y conflictivo de las relaciones de amor y odio. Demuestra tanta empatía que se le perdonan incluso sus peores momentos.

El corazón de la película se encuentra en el lugar adecuado. Hedges y Crowe forman una excelente pareja de actores.

La calidad narrativa es inexistente. No hay fuerza, complejidad ni impacto en sus imágenes, que resultan poco memorables. ¿Qué es lo que ofrece un mínimo de entretenimiento? Los actores y las actrices.

Una reflexión sobre la ‘normalidad’ y la homofobia ‘normalizada’. La película presenta una puesta en escena predecible, pero se sostiene gracias a tres interpretaciones que logran elevar el conjunto más allá de un simple telefilm.

El convencional dramón de 'Corazón borrado' es vil panfleto en vez de conmovedora denuncia. Una peliculita bien chafa, de segunda.

Joel Edgerton logra transmitir un mensaje sumamente poderoso que no debemos olvidar: ninguna religión ni creencia debe estar por encima de la libertad del otro. Nadie debe forzar a otro a vivir una vida que no desea.

El film combina aciertos con excesos, siempre amparado tras el escudo moral de las buenas intenciones.