Críticas La fuente de las mujeres (2011)

La ternura emocional de la narración y su tono positivo seducirán a los amantes del cine de autor e incluso a aquellos que hayan respondido bien a historias parecidas de empoderamiento femenino.

Sus atractivas imágenes ayudan a que se digiera con mayor facilidad. Eso y la vitalidad de los actores.

Es como una obra de teatro sugerente para turistas. La disfrutas y después te subes al autobús.

Oportuna e interesante, merece encontrar su audiencia.

Todo es transparente, intenso, duro, sentimental y comprensible.

Cine social, 'buenrollista', con la única gracia (o desgracia) de la oportunidad (u oportunismo).

Hay dos aspectos que la redimen de su condición de bienintencionado cuento chino. El primero, la fuerza del relato: delicado, tierno, bello, sensible. El segundo es el que da que pensar.

Toca tantos palos, y con tan buenas intenciones, que su retrato sobre esta comunidad en crisis es pura superficie

No está a la altura de sus películas anteriores, porque dulcifica la historia, pero Mihaileanu ofrece un relato, entre jocoso y dramático, sobre la condición femenina.

La historia es excesivamente ingenua para abordar un asunto tan complejo como el lugar de la mujer en las comunidades islámicas.

Cine europeo de calidad situado en un tercer mundo impreciso y reconocible, donde se busca educar sin dureza, apelando a la sensatez, las buenas intenciones y las moralejas.

El esfuerzo por eludir los inevitables estereotipos de la mirada ajena resulta a medias en un film noble que rebosa de buenas intenciones, pero que no logra su cometido.

Tiene buenas intenciones, pero resultados contradictorios.

Todo lo cual vale la pena y se disfruta con gusto, porque este director, lo único que tiene difícil es el apellido.