Críticas Suncoast (2024)

Un guion mediocre y una dirección básica, pero los actores logran levantar la película. Hay una experiencia desgarradora detrás de esta historia, que culmina en un acto final donde se generan lágrimas genuinas.

Este drama fino y conmovedor marca un salto adelante en una carrera que, sin duda, será una de las que habrá que seguir.

Intenta abordar demasiados temas en menos de dos horas. A pesar de contar con algunos momentos destacados, no logra centrarse adecuadamente en los diversos aspectos que presenta.

Casi se podría ver una película entera por sí sola sobre esta amistad, o sobre todo lo demás a lo que se enfrenta Doris. Pero Chinn sólo rasca la superficie de la historia, que al final se queda corta en su potencial.

A veces se fomenta en exceso la necesidad de trascender la política y ofrecer una narrativa profunda, cuando lo ideal sería permitir que la condición humana se desarrolle de manera más auténtica y natural. Sin embargo, eso no significa que debamos dejar de verla.

Chinn ha creado una historia de madurez desgarradoramente real, evitando cualquier tipo de mensaje pedante y dando al público muchas razones para empatizar con los puntos de vista de los tres personajes.

Si eres oriundo del estado que todo el mundo odia, no te puedes perder esta serie.

Al equivocarse en sus prioridades, la película recurre a los clichés. Es una pena, porque cuando Chinn se enfoca en la relación madre-hija, la narración realmente destaca.

De todos modos, y pese a usar un tono que se volvió ya un estereotipo y casi un modelo de película, 'Suncoast' tiene una cierta nobleza de espíritu y una generosidad con los personajes que no es habitual en el cine contemporáneo.