Críticas Todo saldrá bien (2015)

Por desgracia, la torpeza titulada 'Every Thing Will Be Fine' se siente más como un escaparate para un expresivo trabajo de cámara que busca forzar los límites de la cinematografía, en lugar de ofrecer una narrativa sólida. Es un fracaso desconcertante.

El personaje interpretado por James Franco carece de la energía necesaria, lo que resulta bastante molesto. La película se siente fría, inerte, careciendo de clímax y se vuelve extremadamente tediosa.

Roma es una película depresiva e infructuosa, ya que parece que Wenders agotó toda la sal en su anterior film y le ha quedado muy poca para este. Resulta bastante sosa.

Wenders decepciona con un dramón en 3D; los diálogos que asigna a sus personajes resultan risibles, las situaciones se repiten de forma tediosa y, sobre todo, todas las escenas están saturadas de pausas y tiempos muertos.

Una historia con una deriva algo rebuscada, pero convincente en sus formas pausadas y delicadas, con un James Franco más contenido que nunca.

Un retrato íntimo en 3D que se desarrolla a través de elipsis y ventanas en primer plano, las cuales ofrecen tanto un enfoque paisajístico como un significado más profundo. Además, incluye secuencias realmente impactantes.

Lo mejor que se puede decir de EVERY THING WILL BE FINE es que es mejor que muchas de las cosas decididamente execrables que viene haciendo hace años.