Críticas Canina (2024)

Simplemente no hay forma de que esta película pudiera haber sido escrita o hecha por un hombre. Heller hace un trabajo excepcional guiándola detrás de la cámara. Puede que incluso te haga llorar.

'Nightbitch' es una producción audaz e ingeniosa que trasciende la transformación de Adams en un perro, abordando de manera profunda y provocadora los complejos temas que rodean la maternidad.

'Nightbitch' no analiza la desvalorización social que provoca que las mujeres se sientan insatisfechas e irrelevantes en su nuevo rol como cuidadoras.

Adams da vida a una madre valiente que comienza a transformarse en un perro en la adaptación de Marielle Heller del éxito literario de Rachel Yoder.

La película presenta varios errores típicos de las adaptaciones literarias, sin embargo, logra evitar convertirse en un desastre total al manejar el horror de forma adecuada y sutil.

La película de Heller resulta ser una experiencia más amena de lo que el título sugiere, ya que no ofrece el nivel de tensión que muchos podrían anticipar, a pesar de que su premisa pueda parecer arriesgada para ciertos aficionados al cine.

A pesar de contar con un fuerte argumento y la talentosa actuación de Amy Adams, 'Nightbitch' se presenta como una historia sobre la desesperación de la maternidad que deja mucho que desear.

Amy Adams ha dado lo mejor de sí misma en mucho tiempo.

El personaje de Madre carece de un desarrollo completo, lo cual podría ser intencionado, pero genera el deseo de comprender mejor su pérdida de identidad.

Se presenta como un filme de terror corporal que impacta con sus imágenes. La premisa de que, aún en 2024, los sacrificios que implica la maternidad son considerados algo normal, es una verdad innegable.

Ofrece un retrato profundamente honesto y emocionalmente inquietante del lado más oscuro de la maternidad. Por desgracia, esos momentos se ven contrarrestados por los elementos metafóricos de la historia.

'Canina' explora la presión social que enfrentan las mujeres al asumir el rol de madre. La directora Marielle Heller se adentra en el realismo mágico, eligiendo esta vía por encima de elementos de horror.