Críticas Jefa por accidente (2018)

La película presenta una combinación interesante de comedia en un contexto empresarial, la ansiedad de una madre, una historia de amor, y una dinámica amigable entre los personajes. Sin embargo, es Lopez quien aporta a 'Second Act' un toque especial.

Las escenas carecen de continuidad. La mayoría de las crisis se resuelven mediante un montaje acompañado de música pop. Es posible que algún cinéfilo dadaísta considere 'Second Act' como una obra maestra de la ilógica.

Tanto la película como Lopez recobran su espíritu cómico cuando permiten que el argumento explore su lado más escapista. Y si te empiezas a aburrir, siempre puedes centrarte en ver a J-Lo.

No suelo predecir los giros argumentales, pero esta película me hizo sentir como Nostradamus. Es una película que no resalta los puntos fuertes de Lopez.

Parece que el mensaje de 'Second Act' es el siguiente: baila cuando nadie te esté mirando; sueña como si pudieses conseguirlo todo; ve a ver esta película cuando no tengas Roma esperando en la cola de Netflix.

Un intento extraño y muy difuso. La película simplemente no sabe a lo que aspira.

Lopez está más encantadora que nunca en esta historia de Cenicienta, pero el segundo acto lo cambia todo (y no precisamente a mejor).

Ni siquiera los innumerables encantos de Jennifer Lopez pueden hacernos obviar el desastroso guion de 'Second Act'.

Jennifer Lopez tiene la oportunidad de demostrar que lo suyo no es la comedia ni tampoco el drama. Tras fracasar en sus intentos por divertir o emocionar, 'Jefa por accidente' deja una enseñanza moral.

Parece hecha a partir de una lista de elementos indispensables, descuidando el verdadero espíritu de la historia. Pura fórmula y con escaso corazón.

Una comedia que cumple con su propósito, sin exigir mucho a sus actores ni a la audiencia.

Algunos gags son divertidos, pero otros se quedan en el camino apoyándose solamente en la gracia de la estrella, que por momentos casi hace de ella misma.

El filme se mantiene especialmente por el carisma de la protagonista y su química con Vanesa Hudgens.

No es una comedia romántica inolvidable, tampoco una dramedia excepcional, ni la película por la que recordaremos a López: por el contrario, se pierde en la marea de cintas de su especie.