Críticas La princesa (2022)

Una de las películas de acción más entretenidas e inspiradas del año. El resultado final es una alegre mezcolanza que debería satisfacer a los fans de los cuentos de hadas revisionistas.

Una película de acción aburridamente simplista y rotundamente intrascendente: carece, a nivel narrativo, de la certeza y claridad de propósito de su personaje principal.

Kiet se esfuerza por crear algo innovador, pero las peleas resultan demasiado torpes para trascender el nivel de una simple atracción de parque temático.

Con unos magros 91 minutos, esta película de acción implacable, ultraviolenta y descaradamente 'pulp' ofrece exactamente lo que su hiperactivo tráiler promete.

Una aventura de acción que celebra el empoderamiento femenino, donde la protagonista despierta de su letargo para desafiar y combatir el patriarcado. La temática resulta especialmente relevante en la actualidad.

'La princesa' funciona como un escaparate para el talento de Joey King, pero la película está sobrecargada con villanos exagerados y escenas de acción redundantes.

No es ni atractiva ni lo suficientemente prolija como para cruzar la línea y convertirse en una diversión 'camp'.

94 minutos de violencia, sangre y no mucho guión, que dejan en claro que Joey King puede ser una heroína de acción. Aunque se echa de menos su lado dramático.

Lo que de verdad hace que La princesa valga la pena es observar a esta joven empoderada y luchadora, dándole su merecido, de la forma más sangrienta posible, a esos machos que la subvaloran.

Aquí todo se presenta de manera más convencional y, sobre todo, le falta el humor autoconsciente. Esa ausencia de humor, o mejor dicho, el fracaso en encontrarlo, convierte a 'La Princesa' en una experiencia insatisfactoria.

Sí, hay mucho, muchísimo lugar común, pero los actores no pierden la perspectiva lúdica del asunto. Sí, muy negro todo, pero tremendamente divertido.