Críticas Malcolm & Marie (2021)

Los personajes transitan sin cesar por la casa, generando una atmósfera cautivadora. Levinson otorga a sus actores un tiempo equitativo, manejando con precisión la sensación de balance.

Una película en blanco y negro oscura y monótona, que recuerda más a un ejercicio escolar que a una obra cinematográfica. Está dirigida principalmente a cinéfilos y profesionales de la industria, no es la elección ideal para una cita.

La película se presenta como un ejercicio de estilo influenciado por las condiciones del rodaje, destacando una vez más el concepto de 'teatro filmado'. Sin embargo, lo que funciona en el escenario no siempre resulta efectivo en la pantalla.

Los artistas brillan, pero la película no alcanza las expectativas, pues Sam Levinson no puede ser comparado con John Cassavetes o Ingmar Bergman.

Le falta la conexión que nos vincule a los personajes, un instante en el que podamos empatizar con ellos. Sin esa interacción, ya sea emocional o de trama, la historia se siente lejana.

'Malcolm & Marie' ofrece una reflexión profunda sobre la autenticidad del arte, mostrando la perspectiva de sus inspiraciones y su sufrimiento, así como la soledad, el miedo y la egolatría que emergen en el proceso creativo.