Críticas Tiempo compartido (2018)

La película presenta altibajos; hay momentos en los que brilla, especialmente cuando se aleja del realismo y adopta un enfoque casi de terror. Sin embargo, no logra mantener esa atmósfera y termina perdiendo su rumbo.

Visualmente elegante, pero carece de dinamismo en su narrativa. Aunque destaca por su impecable calidad técnica y las actuaciones poderosas y envolventes de sus actores, 'Tiempo compartido' no logra generar la intensidad emocional que se espera.

La película muestra una gran dosis de originalidad y mantiene al espectador en vilo. Su narración es sólida y se complementa perfectamente con una banda sonora bien diseñada.

Las imágenes que enriquecen el mensaje multifacético de la película se sienten naturales, lo que hace que 'Tiempo compartido' sea una obra cinematográfica excepcional.

Una cinta de grandes riesgos. Esta película demuestra que en México hay historias, talentos y las ganas de hacer un cine diferente e inteligente que merece ser visto por su público.

La claridad de objetivos y lecturas, combinada con el uso del humor, se establece como la mayor fortaleza de este juego, que parece estar envuelto en una irrealidad fascinante, titulado 'Tiempo compartido'.

Deslumbrante e inquietante a partes iguales. Aunque Hofmann no logra ofrecer una recompensa que esté a la altura de la premisa, 'Tiempo compartido' se presenta como una travesura eléctrica e impresionante.

A pesar de la contundencia del estilo del director, su habilidad técnica no logra alcanzar un clímax que compense la carencia de desarrollo en la trama. Se siente una falta en la narrativa, dejando una sensación de que hubiese podido ser mejor.

La principal fortaleza de 'Tiempo compartido' radica en su tono, ya que se resiste a entregarse por completo a la sátira y evita caer completamente en la fantasía surrealista.

Sebastián Hofmann exhibe una notable precisión en la captura y edición de imágenes, logrando atmósferas inquietantes y oníricas que critican con agudeza la noción del éxito como el objetivo supremo en la vida.

Película inquietante y atmosférica que se convierte en un retrato de las inseguridades masculinas y el miedo que representa estar rodeado de desconocidos.

El filme de Hofmann destaca por su mezcla de tragicomedia y elementos bizarros, dos estilos que el joven cineasta maneja con notable habilidad.