Críticas Amor es todo lo que necesitas (2012)

Si bien casi todo lo que sucede en esta comedia romántica adulta se ve venir a una milla de distancia, el toque seguro y la cálida mirada hacia los personajes de la directora danesa Susanne Bier hacen que la película sea entretenida y satisfactoria.

Muy cursi, pero aún así con la suficiente salsa, situada en Italia 'Amor es todo lo que necesitas' ofrece una comedia romántica para el público de mediana edad.

Purísima comedia romántica para quienes afirman repudiar a Jennifer Anniston o a Sandra Bullock. Pero sería injusto negar que la trama se levanta, esquivando el peligro de los arquetipos, sobre un reconocible y sensible material humano.

La trivialidad, que podría ser su cara más reprochable, es precisamente lo que le otorga a esta película su envoltorio más encantador. Una comedia amable que no oculta su dureza ni se avergüenza de sus ternuras.

Un cine abarrotado, donde los elementos están cuidadosamente calculados y los temas son supuestamente importantes. Con 'Todo lo que necesitas es amor', la directora [Bier] se lanza sin reservas a la dramedia romántica dirigida a parejas.

Los responsables de la trama se ciñeron al pie de la letra a las reglas de la comedia romántica. La realizadora demostró una gran habilidad para seleccionar a su elenco.

Sí, la trama suena familiar y ya hemos visto variaciones de la misma. Pero lo que separa a este filme del montón es el maravilloso talento de Dyrholm y su premiada actuación.

La película resulta ser superficial y carece de creatividad. Su complejidad dramática parece innecesaria y es predecible en varios aspectos. Además, es evidente la falta de química entre los protagonistas.

Una tragicomedia que nunca encuentra el tono y que no logra eludir los clichés y los estereotipos.

Lo malamente hollywoodiano ha logrado convertirse en un estado mental, ahora asentado en una realización donde naufragan irreversiblemente varios prestigios.

Es una comedia bien vestida y muy bien actuada por un excelente elenco, con dirección de la danesa Susan Bier, que sabe exponer los frágiles vaivenes del amor.