Críticas Angry Birds: La película (2016)

La animación supera las expectativas gracias a sus ingeniosos gags al estilo Looney Tunes y a un diseño de personajes que destaca por su gran fuerza expresiva.

Es difícil esconder el hecho de que 'Angry Birds' se ha reinventado muy pasado su momento. Aun así, no se puede negar la energía de la película, ni su invitación irresistible a dejar de lado las tonterías.

Una rápida, efervescente, entretenida y frenética extensión de la alocada franquicia de juegos.

'Angry Birds Movie' no logra su objetivo al intentar transformar una simple aplicación en un comentario político.

'The Angry Birds Movie' es desigualmente entretenida, aunque se inclina hacia una explosiva combinación de comedia y acción que nunca termina de concretarse por completo.

Una mezcla más o menos entretenida de meta chistes, guiños y lecciones morales, astutamente orientada tanto a la nueva generación de pequeños consumidores como a sus más sofisticados progenitores.

Es mona y colorida, pero un pelín burda - a pesar de su excelente animación y producción.

No tiene el corazón característico de las películas de Pixar, pero cuenta con el humor ingenioso propio de DreamWorks. Presenta una abundancia de chistes visuales y de doble sentido, acompañado de una paleta de colores vibrante y radiante, y una historia tan breve como los personajes que la protagonizan.

Encuentra su única razón de ser en el reclamo comercial de una valiosa marca, porque como película de animación anima más bien poco.

Con un interesante uso del color y una gran dosis de energía, 'Angry Birds' presenta ácidas referencias a la cultura popular. La película, inspirada en el conocido juego del mismo nombre, logra superar las expectativas.

Más allá de algunas repeticiones que provienen de su origen en los videojuegos, la película ofrece momentos muy entretenidos, con referencias al cine y gags que pueden ser disfrutados tanto por niños como por sus acompañantes adultos.