Críticas Hillbilly, una elegía rural (2020)

Un choque interpretativo magistral entre Glenn Close y Amy Adams. Sin embargo, la narrativa padece de un excesivo énfasis en la actuación de Adams.

Una historia bienintencionada de alguien que sale adelante con algo de ayuda de su abuela. Pero es artificiosa y autoconsciente.

Con un mayor énfasis en la simplicidad, en lugar de alardeo hollywoodiense, podría haber sido algo más que una oportunidad perdida.

Ron Howard prescinde de cualquier sutileza ofreciendo una estridente chapuza redneck.

Simplemente refuerza los estereotipos que está insistiendo en iluminar. Si quieres ver un sensible estudio de personajes sobre un trauma intergeneracional en las Apalaches, ahí tienes 'Wanda' de Barbara Loden.

Es el equivalente de prestigio a una película de Michael Bay: aunque hay acción incesante (o, en este caso, conflicto incesante), no hay tiempo ni oportunidad para crear consecuencias en los personajes

La memoria de J. D. Vance sobre la vida en los Apalaches se presenta en una narrativa emotiva, aunque carece de un carácter verdaderamente distintivo, que aborda los ciclos de adicción y recuperación.

Howard patina. Se presenta una serie de abordajes simplistas que intentan unir las dos Américas con una visión optimista del mundo que resulta difícil de aceptar.

Resulta un melodrama que pide premios a gritos, pero no los justifica ni mucho menos los merece. Es un film solemne, superficial, que no quiere ni entiende a sus personajes, sino que los exhibe. Un cine demasiado calculado.

Mientras la crítica se centra en una película con evidentes aspiraciones a los premios Óscar, el público descubrirá una historia inspiradora sobre quienes han logrado superar la adversidad.

Con su final edificante y convencional, “Hillbilly” sigue siendo incómoda, y eso es una buena señal.