Críticas La cordillera (2017)

Aunque tiene un elenco talentoso de actores latinoamericanos, la trama presenta demasiados cabos sueltos. Como thriller, carece del desarrollo necesario para resultar satisfactorio.

La cordillera, dirigida por Santiago Mitre, aparenta ser un thriller político, sin embargo, al igual que en sus obras anteriores, 'El estudiante' y 'Paulina', ofrece una profundidad que va más allá de lo superficial.

El gran mérito de Mitre es encomendarle a Darín todo el peso de la trama, acompañándolo con actores que aportan una esencia sublime. La historia es intrincada y reveladora, brindando una experiencia cinematográfica memorable.

Mitre presenta múltiples tramas paralelas, pero no logra profundizar en ellas, lo que hace que la película se sienta insatisfactoria y fragmentada.

Santiago Mitre plantea la interrogante sobre la calidad del presidente de Argentina, y nuestra respuesta es clara: si es interpretado por Ricardo Darín, su actuación es excepcional.

Un thriller político de ritmo pausado y una trama enigmática, diseñado más para impresionar a expertos que a la audiencia general. Es como escalar una alta montaña: se puede disfrutar de la belleza del entorno, pero también se corre el riesgo de sentirse abrumado.

Muy buena e inquietante. Película irreprochable desde lo técnico, lo actoral y lo temático.

Santiago Mitre, el director, demuestra un enfoque técnico sobresaliente. Su propuesta estética, que puede parecer ambigua, podría ser malinterpretada. En mi opinión, la película tenía el potencial para ser una obra maestra, pero se quedó atrapada en su propia ambición.

Se invita a trazar con elegancia y claridad la figura de lo siniestro. Temas como el poder, la riqueza, la locura y un toque de hipnosis se entrelazan en una película que evoca claramente el estilo de Hitchcock.

La película revela los secretos oscuros que se esconden detrás de las virtudes que se muestran en público. Sin embargo, le falta la incisividad del cine político que era característico de los años 70.