Críticas La invención de Hugo (2011)

Una carta de amor al cine y al público, 'Ven y sueña conmigo', pide un cineasta en la exquisita fantasía 'Hugo', una invitación que claramente es formulada por el propio Scorsese.

'Hugo' es diferente a cualquier otra película que Martin Scorsese haya realizado hasta ahora y probablemente, la más significativa para él: un cine épico que en muchos aspectos refleja su propia vida.

Aunque es hermosa, 'Hugo' no logra captar la esencia de la infancia. No logra transmitir el miedo ni la injusticia que generan las reglas de los adultos ni la sensación de descubrimiento que se experimenta en la niñez.

En un intento de hacer su primera película para todas las edades, Martin Scorsese ha creado una película eterna. Simultáneamente clásica y moderna, popular pero también insobornablemente personal.

La película encarna un modelo de cine infantil tan raro, profundo y virtuoso que el mayor enigma para este crítico es la aparente incapacidad del conjunto para hacer vibrar las almas.

La última película de Scorsese es la historia de la bella resurrección del cine.

Un engranaje casi perfecto, que remite a clásicos fundamentales como 'Metrópolis' y 'Tiempos modernos'.

Este brillante homenaje al creador mismo del espectáculo filmado no hubiese sido posible sin los recursos estilísticos y el virtuosismo en sus puestas en escena del no menos extraordinario realizador Martin Scorsese.

Esta combinación de cuento infantil, repleta de estereotipos y con lo más cuestionable de Disney en acción real, presenta una grave falta de ligereza, incluso en sus intentos de ser humorísticos.

'Hugo' revela las pasiones personales de Scorsese, así como su enfoque en el proyecto de vida y otras vocaciones que trascienden su papel como director.

Además de rendir homenaje a George Méliès, en 'Hugo', Martin Scorsese presenta una aventura melancólica, perfecta para los niños grandes, independientemente de que conozcan o no la historia del personaje real que la inspira.