Críticas María, reina de Escocia (2018)

Las dos actrices nominadas al Oscar brindan encanto e ingenio a una película que, por lo demás, se siente plana y sencilla como una obra de época.

Willimon es experto en llevar una situación política hacia los extremos más sustanciosos. La directora Rourke demuestra confianza y entusiasmo.

Rourke tiene un gran sentido por lo pomposo y teatral, logrando que incluso las conversaciones más aburridas sobre conflictos de poder cobren vida. Sin embargo, no todos los elementos logran funcionar de manera efectiva.

Rourke y Willimon han elaborado un drama jugoso, oscuro y cautivador. Lo más impresionante es la espectacular interpretación de Ronan.

Un drama apasionante sobre el arte de gobernar en el siglo XVI. Una película de época exuberante y deslumbrante.

Ofrece una historia intensa, hermosa y bien desarrollada. Cada segundo está meticulosamente planeado, cada giro tiene un sentido y cada momento una necesidad.

Las actuaciones de Ronan y Robbie son excelentes. La película, sin embargo, resulta un tanto floja y se vuelve más cautivadora por sus ideas que por las acciones que se desarrollan frente a la cámara.

Arranca de un modo algo farragoso en cuanto a información. Pero en lo fundamental, las magníficas interpretaciones de Saoirse Ronan y Margot Robbie hacen que la película se fortalezca.

Rourke confunde gallardía con altivez, orgullo con narcisismo y dignidad con clasismo. Técnicamente, la película es impecable, desde la dirección artística hasta una fotografía tenebrosa.

El resultado es un film incuestionable en su impronta visual y claramente revisionista en su acercamiento a la figura de María Estuardo, aunque no demasiado innovadora (y por momentos incluso bastante esquemática).

Una serie de acontecimientos se despliegan en medio de una excelente reconstrucción de época y las destacadas interpretaciones de Ronan y Robbie.