Críticas O corno (2023)

Desde los recolectores de mejillones hasta la excavación de patatas, desde el mar hasta el río que marca una frontera entre la Guardia Civil franquista y el Portugal de Caetano, es un filme bello, pero inspirador en un estilo funcional.

A pesar de la maestría demostrada, la carta de presentación de la supuestamente feminista 'The Rye Horn' es insatisfactoria

Camborda logra escapar de cualquier maniqueísmo de manera orgánica. La película, por lo tanto, se presenta como algo directo, despojado y honesto.

Es una apuesta valiente por una temática y una estructura narrativa acorde con esa temática. Tiene grandes momentos que hilan una historia de supervivencia y superación.

Crudo retrato. Es cierto que hay una descompensación entre ambos tramos, pero, por encima de los resortes narrativos, están su fisicidad, sus silencios y su misterio.

Jaione Camborda traza en ‘O corno’ un itinerario intensamente físico desde el primero hasta el último de los fotogramas de esta hermosa película. Este cronista espera con enorme interés los próximos trabajos de la directora.

No se detiene en consideraciones innecesarias; su narrativa es práctica y directa. Una vez que se supera el inicio, todo avanza de forma clara y sin complicaciones.

'O corno' puede resultar algo irregular, pero profundamente fascinante cuando se despoja de discurso y simplemente se fija en la tierra y en los cuerpos.

'O corno' es una película árida y terrenal, que parece emerger de las entrañas de la tierra. La primera escena, un extenso y doloroso parto, refleja a la perfección la propuesta del film. No es una película recomendada para personas con estómagos delicados ni para quienes busquen una experiencia rápida.