Críticas Descuida, yo te cuido (2020)

Lamentablemente, a medida que se acerca a su final, acaba siendo cada vez más moralista reduciendo a los personajes a meros portavoces para unos temas que tampoco son tan interesantes.

El punto de partida es indudablemente maquiavélico, y lo más arriesgado es que se presenta en un tono de comedia negra. Sin embargo, la película se desvanece demasiado pronto.

Durante un tiempo, ofrece un espectáculo bastante entretenido, aunque sus repetidos intentos de mostrar sarcasmo y amoralidad resultan verdaderamente molestos.

Es ante todo el retrato de una perfecta villana que se alinea de forma algo desactualizada con esos 'thrillers' adrenalínicos y cargados de humor negro del cambio de siglo. En su tramo final, pierde fuerza.

Sátira sobre el capitalismo neoliberal. Lo más decepcionante es que la película no logra definir el rumbo de su protagonista.

Es una película mordaz e incómoda en su propuesta, pero al mismo tiempo bastante lograda, y en ciertos momentos, incluso irresistible, en su resultado final.

Es un juego de extorsiones y amenazas cercano al cine de gangsters, aunque sin perder la comicidad oscura, ese tono vitriólico que por momentos rememora a la filmografía como director de Danny DeVito.

A pesar de la actuación excepcional de Rosamund Pike como la estafadora principal, cuando todo parece llegar a su fin de la manera más sombría, surge una lección moral. Lo que ocurre no es ilógico, pero su resolución se siente artificialmente reconfortante.

El problema principal de 'Descuida, yo te cuido' es que el cinismo de su antiheroína sobrepasa los límites para que anhelemos su victoria.