Críticas Estoy pensando en dejarlo (2020)

Demuestra que la visión de Charlie Kaufman como director es equiparable a su creatividad como guionista. Pocas películas sobre la soledad me han hecho sentir tan acompañado y feliz de perderme en mis propios pensamientos.

Por momentos exasperante, pero espléndidamente desconcertante. No es el lugar más cómodo en el que estar, pero sí que vale la pena visitarlo.

La trama en ocasiones me dejó perplejo y en otras ocasiones me provocó cierta irritación, aunque a la vez logró tocarme emocionalmente.

Posiblemente sea la obra más exigente de Kaufman. Que el desafío te resulte satisfactorio o no dependerá de tu gusto y tu tolerancia.

Kaufman, en ciertos momentos, se adentra en terrenos que recuerdan a la obra de Lynch, especialmente en la parte final de la historia.

Kaufman continúa su camino como cineasta a través de una exploración tanto lúdica como profunda de la existencia. La diversión característica de colaboradores como Spike Jonze y Michel Gondry en sus guiones se transforma aquí en una tonalidad más oscura y sombría, alejándose del tono juguetón.

Kaufman enfrenta una intensa batalla consigo mismo, en la que diversas teorías son desafiadas y reinventadas constantemente, buscando que en este constante vaivén se una la esencia del tiempo.

Exageradamente controversial, la más reciente película de Charlie Kaufman ni quiere ni necesita ser entendida y mucho menos explicada.