Críticas La alta sociedad (2016)

Lo que sea que Dumont quiere transmitir sobre la clase, el conformismo y la imposibilidad de escapar a nuestra naturaleza apenas se puede discernir entre las meteduras de pata, las exageraciones, los chirridos y la agitación.

Más extrañamente fascinante que realmente buena, esta película bien hecha [es] muy excéntrica.

Es una buena alternativa al tono mugriento de los anteriores retratos regionales de Dumont, aunque todavía tiene que perfeccionar este nuevo tono alocado.

Los primeros momentos de 'Ma loute' sugieren una propuesta extravagante y agitada. Sin embargo, Dumont parece esforzarse en exceso por provocar risas, lo que resulta un tanto forzado.

Se trata de una película alegre y a menudo magnífica, pero no es fácil.

Es tan crítica y cínica como humorística y evasiva, un muestrario ingenioso e inteligente del humor que viene desplegando Dumont mezclado con elementos procedentes del cine cómico mudo.

Hay una colisión evidente en el film de Dumont entre la cualidad ominosa y tragicómica de los habitantes originarios del lugar y el lustroso elenco encabezado por Luchini, Bruni-Tedeschi y Binoche, como si Dumont hubiera intentado mezclar el agua y el aceite, pero nunca lo hubiera logrado.

La combinación de lo disparatado con asesinatos, y un elenco de estrellas que brilla redondean el nuevo filme de Bruno Dumont.

La película nos pide que sigamos su derrotero nada aleatorio. Si lo hacemos, veremos ese otro lado de Dumont, siempre latente en su cine: el de lo irracional y desaforado haciendo presencia en nuestra vida.

Bruno Dumont parecía un realizador más interesante cuando hacía dramas parcos, despojados de toda emoción.

Después de unas cuantas locuras iniciales, los chistes se repiten con cada vez menos gracia. Los actores repiten sus caricaturas, lo que les hace perder el encanto. Además, la película se extiende innecesariamente y pierde ritmo.