Críticas La primera profecía (2024)

Una precuela que podría considerarse innecesaria, pero que resulta ser despiadada, elegante y extrañamente hermosa. Es una película sorprendentemente efectiva que evita los sustos fáciles y trata con valentía los horrores institucionales de la religión.

Es mucho más ingeniosa e impactante de lo que cabía esperar, gracias en gran medida a que la bravuconería de su directora funciona increíblemente bien hasta que se ve obligada a seguir las reglas de la franquicia en lugar de las suyas propias.

El conjunto es tan provocativo, cinematográficamente bello y fiel a sus raíces que se perdona el ligero traspiés de su acto final.

Gracias al exquisito trabajo artesanal, al cautivador terror gótico, a un reparto impecable y a un viaje emocional que no deja indiferente a nadie, 'The First Omen' se sostiene por sí sola (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)

Stevenson atomiza toda la oscuridad y la luz que llevamos dentro.

No está a la altura de los sustos del clásico de 1976, pero tiene momentos que realmente te erizan la piel.

Una precuela sin sentido más allá de la redención. De todos los malos sobre los que se puede hacer una película de origen, Damien no debería ser uno de ellos.

Entrar en el universo de una saga tan celebrada siempre es un reto. Sin embargo, 'La primera profecía' lo consigue con creces, alterando el curso de la maldición de Damien sin traicionar la esencia del clásico original.

Visualmente abrumadora, con escenas potentes que se grabarán en la retina de los espectadores. El gran problema radica en un guion simplón y previsible, que empaña el buen hacer del resto del filme, a pesar de lo cual el conjunto resulta tremendamente efectivo.

La película está bien dirigida por Arkasha Stevenson, entretiene y deja la puerta abierta a una eventual continuación, aunque lo interesante es que puede verse como una película independiente.

Se asemeja más a obras mediocres como las que forman parte de la saga La monja o a las películas de posesiones demoníacas, que a la singular creación de Donner.

Pasa con algo más que dignidad y decoro. Podría ser el respeto al ritmo narrativo de la idea original, pero hay algo más: un respeto al público. Contrario a la moda desechable actual, el filme asusta por mérito propio.

¡Quién lo creyera! La precuela del clásico del terror sobre el anticristo se equipara en atmósfera, elegancia y maldad a la cinta original.