Críticas Mektoub, My Love: Intermezzo (2019)

Básicamente consiste en más de tres horas de culos femeninos meneándose. En términos de mirada masculina lasciva y descarada, es excesiva.

Representa un desalentador callejón sin salida creativo para un director con mucho talento. No hay vida real en esta provocación sobrecargada e insignificante.

La elegancia característica de Kechiche para manejar dinámicas de grupo complejas no se encuentra presente, y tampoco hay un desarrollo dramático en esta confusión de diálogos interminables.

Una cosa es hacer que la gente tenga que estar un total de siete horas mirando culos y otra es que tengan que ver una obra pésima.

Kechiche ha perdido todo el interés que podría tener en sus personajes, más allá de su apreciación infinita por sus atributos físicos.

La audacia y ausencia de complejos de Kechiche obtiene resultados casi milagrosos que hicieron del estreno de la película en Cannes un acontecimiento épico. Esta obra se erige como una hazaña, un monumento y un trabajo esencial.

La película podría durar la mitad, el doble o el triple, porque sería exactamente la misma. La cosificación fetichista de la anatomía femenina satisface a los voyeurs y resulta complicado entender el verdadero propósito que nos quiere transmitir Kechiche.

Una mastodóntica propuesta erótica-festiva. La cámara persigue el cuerpo de las mujeres durante más de la mitad del metraje. Literalmente. Especialmente flagrante es el epílogo de la historia.

Kechiche radicaliza su método. A través de una coreografía repetitiva e intensa, logra crear un ambiente hipnótico. Es una obra fundamental, considerada la gran película de Cannes 2019.

Casi un despropósito. Lo terrible es que es tan poco lo que sucede.

Kechiche parece un erotómano sexista, y su cámara erotiza únicamente a las mujeres. A pesar de contar con algunas imágenes estimulantes, 'Mektoub, My Love: Intermezzo' se torna tan tediosa como pasar tres horas en una disco abarrotada.