Críticas Mientras seamos jóvenes (2014)

Como el mejor Woody Allen, esta película presenta una ingeniosa comedia que aborda la ansiedad de cumplir años, mezclando humor y reflexiones profundas sobre la vida y el paso del tiempo.

Otra irrelevante parodia de Noah Baumbach sobre la supuesta gente 'normal' que intenta funcionar en una sociedad fragmentada que cambia demasiado rápido como para adaptarse a ella.

El tono general es comprensivo respecto a los diferentes modelos de vida y los tics generacionales que retrata, a pesar de su carácter caricaturesco.

Baumbach ofrece una diáfana comedia sobre unos personajes nada evidentes, llenos de grises en su retorcida naturaleza.

Un relato que confía ante todo en la notable capacidad de Baumbach para captar al vuelo reacciones (sobre todo de parte de la extraordinaria Watts) y conductas que van del optimismo a la conciencia de la desventura.

Nos quedamos con la sensación de una película inconclusa en la que, además, Noah Baumbach no pudo resistir la tentación de introducir un desenlace que raya en lo complaciente y cae en el cliché.

Es una película compleja que puede parecer menos de lo que realmente es. Es posible que necesite ser vista más de una vez para poder valorar su verdadero impacto.

Baumbach dirige la narración con gran agilidad, utilizando un montaje sobresaliente que nos revela que nada es lo que parece.

Hurga de manera lúdica y cruel a la vez en la naturaleza misma del cine documental.

Una muy buena forma de (re)descubrir a Baumbach en todo su esplendor.

Bambauch se sitúa en un punto intermedio entre diversos estilos, combinando escenas cómicas que podrían encajar en una típica comedia de Hollywood de Ben Stiller con otras que parecen proceder de un auténtico drama cinematográfico.