Críticas tick, tick... Boom! (2021)

Entretenida pero imperfecta. A menudo le resulta difícil escapar de la teatralidad inherente a su premisa, pero en ocasiones logra funcionar sorprendentemente bien.

Una exploración alegre y conmovedora de la creatividad, la inspiración y la desesperación de un hombre por crear algo significativo antes de que sea demasiado tarde.

Aunque la inclinación de Miranda hacia lo teatral puede parecer algo repetitiva en ciertos instantes, también refleja la intensa determinación de su protagonista.

Una interpretación audaz y comprometida de Andrew Garfield, junto a varios temas destacados, consigue que este musical evite caer en la categoría de producciones aburridas como 'Dear Evan Hansen'.

Hay muchos presagios de 'Rent', tantos que parece un borrador del ya icónico musical.

Un musical biográfico fuera de Broadway que muestra las dotes de director de Lin-Manuel Miranda. Hay suficiente material de carácter universal aquí como para conseguir un atractivo transversal.

Acompaña el viaje de Jonathan Larson y actúa como una oda a la mente creativa.

Es una explosión de vida y energía, reflejando el éxtasis de existir y actuar. Se convierte en una celebración para aquellos creativos que temen no alcanzar la grandeza que desean. Una promesa de que siempre hay oportunidad para lograrlo.

Desigual pero eficaz. Andrew Garfield brilla, pero el director Lin-Manuel Miranda deja a 'Tick, Tick… Boom!' en un limbo emocional.

Es entretenida aún con sus altibajos, tiene una excelente partitura y números ingeniosos, pero nunca abre esa puerta imposible para el género que todo el tiempo parece proclamar.

Hay muchos valores digamos narrativos y técnicos, pero en esta ocasión me ha ganado la emoción.