Críticas Ant-Man y la Avispa: Quantumanía (2023)

Una extraña película del MCU que no tiene sentido alguno. Despliega un impresionante nuevo villano con Kang.

Es entretenida, además de deslumbrante, incansable y entumecedora y otra vez entretenida, justo cuando ya pensabas que habías tenido suficiente.

Es puro entretenimiento y nunca olvida que las películas de cómics deben ser divertidas.

Los momentos de ingenio y emoción que roban ocasionalmente la escena parecen excepciones en un vacío plano e inexpresivo.

Gracias a su enfoque en Kang, esta tercera parte avanza hacia algo superior. Sin embargo, en términos generales, se trata solo de un progreso modesto.

Los momentos clave de la historia y el desarrollo de los personajes están poco elaborados, sin embargo, al final, deja una impresión positiva como un sólido debut de Kang.

A lo grande y aburrida.

No la veas, me lo agradecerás.

Una gran aventura que, pese a contar con una buena lista de excelentes ingredientes, termina repitiendo el esquema habitual de la franquicia de un modo sorprendentemente anodino.

Es una película asfixiante y agobiante, una mezcla de luces con algo de drama, mucha acción confusa y una sensación constante de que alguien debería abrir una puerta para dejar entrar la luz natural.

Marvel deja de lado el tono alegre y desenfadado que caracterizaba las aventuras anteriores de Peyton Reed. La esencia del autor se diluye en un guion predecible y, en especial, carente de cualquier destello de ingenio.

La producción cuenta con aspectos destacables, sin embargo, sugiere cierta inconsistencia y recurre a fórmulas narrativas que ya han sido utilizadas en otras obras de Marvel.

El verdadero acierto de 'Quantumania' radica en su enfoque humano, resaltado por la nobleza y simpatía de Lang, interpretado por Rudd, y la tragedia y solemnidad de Kang, a cargo de Majors.