Críticas Beginning (2020)

Una obra remarcable que confirma el talento que Kulumbegashvili demostró en sus cortos. Un film que merece ser visto y debatido y que debería ganar premios.

La mejor y más sorprendente película del año. Es una obra maestra iniciática, seminal, original y pura génesis.

Tras volver a ver Beginning, mi asombro no ha disminuido y continúo considerando esta película como una de las obras más especiales, complejas y perturbadoras que he presenciado.

Una película demencial, solo pude soportar la mitad de su duración. Un bodrio psicológico, experimental, inentendible y completamente somnoliento.

Un film que encuentra en la ambigüedad y el desconcierto su propia razón de ser, con una coherencia meridiana entre un fondo atroz y una forma áspera y escurridiza.

Una acumulación de penurias y violencia que ofrecen una mirada impiadosa y desencantada del estado de la sociedad. Mientras uno admira la composición de cada excelso plano, se nos somete a un crescendo de bajezas y miserias humanas.

Los problemas emergen hacia el final, con una gravedad aleccionadora y una crueldad que recuerda a las historias bíblicas y a las tragedias griegas. Hay una clara necesidad de sorprender al espectador en los momentos más inesperados.

Demasiadas preguntas demasiado delicadas, para que todo termine con una metáfora tan torpe y gratuitamente hermética como la que cierra 'Beginning'.

'Beginning' es una película extraordinaria. Dicho esto en el sentido más literal del término: algo poco común, que sale fuera del orden o de la regla general, que sucede rara vez.

Se solaza en sus figuras de la ausencia al llevar al límite un minimalismo hiperrealista superestático y esteticista, capaces de conmocionar los sentidos y el significado del relato.