Críticas El Camino: Una película de Breaking Bad (2019)

Funciona donde muchos otros spin-offs fallan porque sabe capturar la esencia del material original.

Es una continuación, pero no parece un mero episodio más largo de lo habitual. Es una película de verdad, con un ritmo tenso, una conclusión satisfactoria y un gran aspecto visual que la hace distinguirse.

Recrea el tono y las sensaciones de 'Breaking Bad' con tanta eficacia que es asombroso que no haya sido grabada al mismo tiempo y haya estado guardada hasta ahora.

Le da a los seguidores de 'Breaking Bad' exactamente lo que desean. Es un fan service llevado a cabo con gran maestría.

No consigue llegar a las mareantes alturas y la carga de tensión de la serie, pero ofrece una sólida despedida para el atormentado Jesse Pinkman.

La película presenta una excelente dirección artística y un sonido envolvente. Para los seguidores, será un deleite descubrir las numerosas referencias y cameos que incluye.

Es muy buena. Un desenlace pulcro y muy emotivo para la historia de Jesse.

Aunque es un placer acompañar nuevamente a Aaron Paul, no creo que te pierdas mucho si decides no verla.

No tengas demasiadas expectativas y disfrútala como lo que es: un epílogo cuidadoso, dinámico y apropiado de una de las mejores series de la historia de la televisión.

Rinde homenaje al segundo mejor cocinero de metanfetamina y a una de las series más destacadas de la historia.

Es completamente lógica, creíble, inteligente.

Es un thriller psicológico con entidad propia, narrado con solidez y sofisticación, con un notable despliegue visual. 'El Camino' no defrauda.

Está competentemente dirigida, bien actuada, posee algunos momentos de tensión y suspenso manejados con la habitual pericia narrativa de Gilligan, pero no le encuentro sentido a su existencia.

Considerando su cometido, la película resulta ser excelente. Aparte de las notables ideas del guion, muestra una formidable creatividad visual. Las imágenes son impactantes, y el montaje demuestra una increíble imaginación y destreza.

La identidad se mantiene, tanto en lo visual como en la narrativa. Eso es lo que realmente apreciábamos de la serie, ¿verdad? Su marcada personalidad, al amparo de la referencialidad posmoderna. En esta entrega, hay mucho por descubrir.