Críticas El nuevo Nuevo Testamento (2015)

En el principio, las cosas fueron un poco diferentes de lo que la Biblia nos hizo creer, o al menos, este es el juguetón punto de partida detrás de lo nuevo de Jaco Van Dormael. Se trata de una sátira ontológica irreverente, aunque inofensiva.

Con un sentido de la diversión que es más lúdico que subversivo, 'Le tout nouveau testament' es un simpático placer: no tan profano como banal, con un acabado mate suave y una sonrisa maliciosa.

El afortunado sentido de la comicidad de esta película inclasificable domina el conjunto con una curiosísima mezcla de humor negro, humanismo, imaginería de filiación surrealista e inteligencia enloquecida.

Una gran selección musical, de exquisito gusto, y una bella dirección de fotografía, hacen de 'El nuevo, Nuevo Testamento' una película que aún con sus tropiezos es muy entretenida.

Van Dormael se permite exprimir la ficción hasta puntos de verdad frenéticos, la puesta en escena se vuelve un lugar sin límites donde la imaginación es un recurso explotado al máximo.

Pone en escena a un dios demasiado real, cuya hija se rebela en búsqueda de nuevos apóstoles. El filme es de un realismo mágico tan literal que funciona como una refutación de lo imposible.

Realizada con cuidado para no herir sentimientos, esta fábula bien intencionada parte de una estupenda premisa pero pronto pierde fuerza: se torna repetitiva y deja de lado la sátira negra.

Uno pensaría que quizás el director belga aceptó la tesis de Schopenhauer de que Dios es malvado, pero conforme progresa la cinta nos damos cuenta de que 'El nuevo nuevo testamento' es meramente una fantasía, un romance.

Un estilo surrealista y onírico hace de esta cinta un deleite visual que por momentos sucumbe ante el exceso.

La desatada fantasía burlesco-poética de Van Dormael delira ahora de forma definitiva sobre el tema de las vidas posibles.