Críticas Gracias a Dios (2018)

El director equilibra de forma impresionante la amplitud del guion con la sensación de intimidad.

Ozon ha creado una película interesante y significativa, aunque se siente más como la parte dramática de un docudrama. No logra tener el mismo impacto emocional que 'Spotlight'.

Las interpretaciones son destacables, y Ozon logra un equilibrio ideal entre la investigación y una sensación sutilmente devastadora.

Veo y escucho esta película tan correcta y necesaria sin implicarme excesivamente en su tormento. Está bien narrada, pero la siento tibia; ese argumento tan terrible no me provoca ni frío ni calor.

Lo relevante, como casi siempre, es el punto de vista y el de Ozon es básicamente el más plano, mortecino y triste de todos los posibles. (...) un completo desvarío

Ozon se rinde en 'Gracias a Dios' al silencio, completando la transformación de 'Yo confieso' en su versión particular de 'Mystic River'.

El enfoque de Ozon recuerda más al estilo de Cinecittà que al de Hollywood. Si se busca una raíz para 'Gracias a Dios', esta se encuentra en el cine político italiano de los años 70, evocado de forma similar a la obra de Francesco Rosi.

Encuadra sin dudas en las películas pensadas más en la taquilla y el impacto que en algún tipo de búsqueda estética, temática o formal más personal. Ello no implica que el resultado sea o deba ser per se mejor en uno u otro caso.

El film presenta un aumento dramático de gran tensión que, tras alcanzar su clímax, se vuelve más convencional.

Con un estilo sobrio y bellamente retratado, respaldado por el talento de actores de primera categoría, Ozon construye su película. El resultado es, sin duda, estremecedor.

Es un drama efectivo con un honesto discurso que no renuncia a su naturaleza de entretenimiento.

La película carece de una perspectiva crítica en este sentido, al igual que no aborda los estragos que la iglesia ha causado en la psicología de millones de niños a lo largo de generaciones.

Tiene la voluntad didáctica de un telefilme, una circunspección formal al servicio de una claridad argumentativa desplegada en un relato extenso pero rítmico, cuyo mayor esplendor son los intérpretes.