Críticas Guy Ritchie: El pacto (2023)

Gyllenhaal y Salim se complementan a la perfección en lo que en el fondo es un show de dos, y da como resultado un thriller bélico sólido y satisfactorio que aborda por igual el combate y la humanidad.

Es tan emocionante, apasionante y conmovedora como puede serlo una película bélica, especialmente una ambientada en el turbio conflicto de Afganistán, en el que Estados Unidos se vio inmerso durante más de dos décadas.

El director se pone serio -y mejora su juego- en un conmovedor drama sobre la guerra de Afganistán.

Arroja luz sobre una realidad sombría, pero luego la utiliza como excusa para la fantasía.

El mérito de Ritchie es que ha conseguido crear una película de la que sentirse orgulloso.

Se dice que no se pueden enseñar trucos nuevos a un perro viejo, pero eso es un error: Guy Ritchie ha demostrado que puede hacer una película al estilo de Paul Greengrass, brindando así un drama bélico sólido y convincente.

Para Ritchie, la guerra se presenta como algo grandioso y como una oportunidad perfecta para que los hombres se conozcan. A este nivel superficial, puede que funcione, pero más allá de eso, resulta decepcionante.

No es lo mejor de Guy Ritchie, pero las destacadas interpretaciones de Jake Gyllenhaal y Dar Salim como héroes unidos salvan un thriller militar que, de otro modo, estaría sobrecargado.

En la búsqueda de contar una historia de acción y camaradería masculina en el marco de una guerra devastadora con la seriedad que el relato merecía, Ritchie terminó por demostrar sus limitaciones como director y guionista.

Por una vez, el director Ritchie da un paso al costado para dejarle el centro a la historia y sus personajes, y con eso logra ser un cineasta.