Críticas La chica desconocida (2016)

No es una entrada destacada en la filmografía de los hermanos Dardenne, pero es punzante y vale bastante la pena.

La película se sitúa en un nivel promedio, sin embargo, Adèle Haenel continúa la destacada tradición de magníficas actuaciones en los dramas de los hermanos Dardenne. En su trama, carece de una narrativa profunda y de momentos emocionales impactantes.

El estilo realista de los hermanos Dardenne ha ganado un nuevo matiz, incorporando elementos de suspense que enriquecen sus narrativas.

Lo nuevo es la incursión en un género que aporta una dimensión adicional a una narración con un guion sólido. Sin embargo, las revelaciones resultan ser casi una decepción.

Los hermanos Dardenne ofrecen una obra plana y monótona con 'La chica desconocida'. La experiencia de verla es tan desalentadora que resulta similar a contemplar la lluvia caer.

Los Dardenne reinterpretan a Agatha Christie, ofreciendo un 'thriller' melancólico que renuncia a la tensión excesiva que convierte un crimen en espectáculo. De esta manera, los directores continúan mostrando su grandeza y maestría en el cine.

Misma receta, menos sabor. Abusa de situaciones un tanto forzadas que surgen del relato con menos fluidez de lo habitual, como si los grandes cineastas belgas estuvieran cayendo en la complacencia.

Funciona de manera efectiva gracias a la cámara que sigue a los personajes. Está impregnada de matices y una profunda tristeza que los Dardenne logran expresar con naturalidad.

Una película menos destacada en su filmografía, pero sigue siendo sólida y significativa en el conjunto.

Un filme políticamente pusilánime y moralmente conservador.

A pesar de no alcanzar el nivel de "Rosetta" o "El Hijo", la más reciente obra de los hermanos Dardenne se destaca como un ejemplo de cine minimalista y reflexivo.

Los hermanos Dardenne regresan con su característico realismo cotidiano, reflexionando sobre la naturaleza humana, aunque esta vez no logra la misma intensidad y complejidad que otros de sus trabajos.

Parece trivial, pero es en los detalles y en el realismo sin concesiones de los Dardenne donde se crea la emoción. Una lección de cine.

Una película decente de origen belga, pero que no consigue captar completamente el entusiasmo del espectador.