Críticas Las estrellas de cine no mueren en Liverpool (2017)

Annette Bening brilla en su papel. Sin embargo, es su compañero, Jamie Bell, quien podría considerarse el verdadero as bajo la manga de la película. ¿Cómo resistirse a un filme que muestra a Bening y Bell disfrutando juntos de la música disco?

Bening ofrece una de las interpretaciones más complejas y matizadas de su carrera. Junto a Bell, convierten 'Film stars don't die in Hollywood' en una experiencia dolorosa, catártica y, sobre todo, romántica.

Quizás esa dulce mirada a un pasado feliz explique la falta de profundidad del filme y su carga melosa, pero es insuficiente para hacer justicia a Grahame. Insustancial recuerdo de una actriz alucinante.

Annette Bening aporta una dignidad tan kitsch y extravagante que, en ciertos momentos, logra trascender la pantalla. Su interpretación, marcada por calidez y fragilidad, refleja tanto la necesidad de vivir que caracteriza a su personaje como la muerte que envuelve su mito.

Una linda y conmovedora película biográfica.

Es una buena película para disfrutar del trabajo, que huele a Oscar, de una gran actriz como Annette Bening.

Pero por encima de la estructura del filme, decisión que lo vuelve más enigmático, misterioso e interesante, los verdaderos diamantes son sus actores: Annette Bening como la legendaria Graham y Jamie Bell.

En tiempos como los que vivimos, tal vez el cine no debiera tener una misión más importante que esta: hacernos creer de nuevo en el más puro amor.

La reconstrucción de la fascinante historia de la actriz Gloria Grahame es el eje de una película que termina pareciendo un telefilm, con una propuesta cargada de excesos y convencionalismos.

La actuación de Annette Bening como Grahame es extraordinaria. Luego, el rubro que eleva el nivel es la impresionante fotografía de la polaca Urszula Pontikos.