Críticas A Complete Unknown (2024)

Mangold ha elaborado el retrato definitivo de esta época y del chico poético, aspirante y rebelde que se negó a ser encasillado, retenido y definido.

Timothée Chalamet ofrece una actuación excepcional. La película, con su encantadora y caótica estructura de ciclos musicales, explora auténticamente la vida de Dylan y su influencia, mostrando cómo la música transformó su mundo.

Timothée Chalamet da lo mejor de sí en este biopic de Bob Dylan, aunque el filme tiende a ser excesivamente convencional en su enfoque.

Timothée Chalamet destaca en su papel como el joven Bob Dylan. La música, sin duda, justifica el costo del boleto, pero bajo la dirección de Mangold, hay mucho más que ofrecer.

James Mangold toma un enfoque aparentemente simple sobre Bob Dylan. Esta contención atenúa la esencia interna de Dylan, pero a su vez lo transforma en un símbolo poderoso para las personas que le acompañan.

Esta cautivadora biografía dirigida por James Mangold no logra profundizar en la complejidad de uno de los artistas más singulares de Estados Unidos.

En sus momentos más brillantes, la película ofrece actuaciones musicales excepcionales. Sin embargo, la trama se debilita cuando los personajes principales se apartan y recurren a un guion poco original y repleto de clichés del género.

Recordará a los fieles por qué se han amado la música de Dylan durante toda su vida, pero también servirá como advertencia de que hubo un precio que pagar para aquellos que se atrevieron a acercarse demasiado a él.

Una película visualmente atractiva que no aporta información nueva sobre Bob Dylan que no se pueda encontrar en un compendio de sus mejores éxitos.

Chalamet interpreta a Dylan de manera literal. Sin embargo, su caracterización es deliberadamente vaga, y la película está llena de momentos musicales.

A los más fanáticos no les va a encantar necesariamente. Es una película hecha con cariño, pero también con la sabiduría de que los visionarios a veces pueden ser imbéciles.

Las legiones de seguidores de Chalamet se sorprenderán con su detallada representación de Dylan, mientras que los amantes de la auténtica obra del bardo probablemente se sientan decepcionados por la interpretación superficial y carente de profundidad.

El rockero es una figura demasiado voluble como para que un biopic pueda captarlo por completo, pero esta magnífica película se acerca todo lo posible.

Aunque las escenas dramáticas carecen de profundidad y las motivaciones de los personajes son algo superficiales, la película brinda la oportunidad de disfrutar de grandes canciones del siglo XX interpretadas con gran intensidad.

Chalamet brilla con intensidad, lo demuestras en su entrega a través de cada ceja sardónica que levanta y en cada cuidadoso punteo de una cuerda.

Hay una línea que va entre lo profundo y lo superficial. En general, la obra es bastante sólida, mostrando un buen uso de instrumentos eléctricos por parte de Dylan, aunque la ejecución no logró captar completamente mi atención.

Es mucho más que una simple biografía de Bob Dylan. La película cautiva por su narrativa, las interacciones entre los personajes y el constante vaivén del protagonista con su música y sus amores.

Los fanáticos del folk y de Dylan estarán encantados, ya que la película está llena de canciones a lo largo de sus 141 minutos. A pesar de un enfoque suave, Mangold logra mantener la esencia de la leyenda.

Timothée Chalamet destaca en el papel más relevante de su trayectoria en una película que conoce su esencia y sus objetivos.