Críticas Atardecer (2018)

Impresiona visualmente pero acaba generando confusión. El caos está presente, pero sin la coherencia necesaria para equilibrar la agitación sensorial y el significado genuino.

Juli Jakab ofrece una actuación sobresaliente. Su desempeño resulta tan conmovedor como impactante. Se puede apreciar una mezcla de tristeza y belleza en cada uno de los fotogramas.

Genera una fascinante atmósfera de amenaza, pero su excesivo simbolismo y su tendencia a crear misterios sin resolver hacen que sea menos emotiva que 'Son of Saul'.

Es más fácil de ver que 'Son of Saul', pero su particular alquimia dramática hace que sea más difícil de absorber.

Cuesta un poco acostumbrarse al enfoque evocador e impresionista de Nemes, pero la película merece el esfuerzo extra.

Una obra menor. Es una película cargada de atmósfera melancólica que saca drama de las localizaciones tanto como de la trama o los personajes.

El director no sólo deja sin justificar el motivo de la, otra vez, reiterada puesta en escena, sino que detiene la película en un solo instante de confusión y rabia cerca de la eternidad. Y de la exasperación.

Relato planteado como un thriller de misterio que arranca de la mejor manera posible con un elaborado y evocador envoltorio sonoro. Todo es perfecto hasta que el aturdimiento del personaje se contagia al espectador.

Curioso: describir el estilo hace que la película parezca más atractiva que el hecho de sentarse a verla.

El gravísimo problema de 'Sunset' es que la experiencia, lejos de ser inmersiva, provoca una inmediata desconexión porque se nos obliga a pegarnos a un personaje que no tiene interés dramático.

Un dramón insoportable.

Ni la Írisz Leiter que recorre impasible una Budapest de 1913 es capaz de cargar con el drama, ni Nemes logra mantenerse fiel, traicionando su propio enfoque ante escenarios grandiosos.

Nemes sorprende de nueva cuenta en su segundo largometraje Atardecer con una apuesta estilística más depurada aún y muy propia para evocar una época de magnificencia cultural.

La maestría de Lázló Nemes para transformar una historia singular en un relato universal se evidencia en 'Atardecer'.