Críticas Ben-Hur (2016)

Un desastre épico. Esta versión de 124 minutos se siente mucho más extensa que la de Wyler, que dura 212 minutos.

Errónea, incapaz y pésimamente realizada en todos los aspectos, esta ocurrencia tardía ganará con honores la distinción de convertirse en el primer Ben Hur de cualquier estilo en derrumbarse.

Demasiado apoyada en los efectos especiales, tiene buenos momentos, pero está lejos de igualar la espectacularidad de la versión de 1959. Totalmente prescindible.

Este 'Ben-Hur' es una oportunidad para valorar una gran historia, ya que la trama se mantiene prácticamente intacta. Sin embargo, los elementos y aspectos que componen esta versión no se encuentran tan bien aprovechados como en la de 1959.

Llena de acción y de un espíritu épico, la escena de la carrera de carros es soberbia, rodada con un estilo realista y dramático que transmite gran tensión. Esta es una gran oportunidad para que las nuevas generaciones de espectadores se familiaricen con una de las narrativas más cautivadoras de la literatura universal.

No muestra la voluntad inventiva ni la mirada al futuro de su predecesora. La película de Bekmambetov evidencia el conservadurismo estético que actualmente limita a Hollywood para crear cine verdaderamente espectacular, y ni hablar de lo inteligente.

Como película de aventuras, sigue demasiado el esquema convencional, y en su faceta religiosa, donde intenta captar un mercado en crecimiento, no alcanza la calidad de La resurrección de Cristo. Además, la presencia de Morgan Freeman con trenzas no aporta nada significativo.

Tras veinte minutos iniciales algo tediosos, con momentos de acción esporádicos, llegamos a la carrera de cuadrigas. Aquí, como era de esperar, se presenta un notable despliegue de efectos especiales, aunque el montaje deja mucho que desear.