Críticas El proyecto Adam (2022)

Es la definición de 'trivial' y en pequeña pantalla, parece alargarse en torno a unos 15 minutos, pero es una obra descaradamente simpática.

Es como una máquina del tiempo, que te transporta de regreso a una época de tu vida en la que un trayecto al cine o al videoclub era tu entrada para un mundo de pasado, futuro y fantasía.

Con ecos de 'Back to the Future', 'The Terminator' e incluso un poco de 'Heaven Can Wait', esta es una comedia de acción que se mantiene constantemente entretenida, llena de corazón y con un final impecable.

La verás, posiblemente la disfrutarás, y entonces, le pedirás a tu propio yo del futuro volver, muchos años (o incluso horas) del futuro y recordarte que ya la has visto.

El problema radica en que frecuentemente presenta un concepto intrigante, para luego pasarlo por alto o simplemente informar al público que no debe preocuparse por él.

Una grata sorpresa del director Shawn Levy que permite que destaque su profundo y sincero corazón. 'The Adam Project' tiene el suficiente ímpetu emocional como para hacer que el tiempo vuele.

Un material lleno de posibilidades aprovechado a medias. Con algunas buenas bromas, buenos actores y alguna situación bien lograda.

No sería lo mismo si el Adam de título, en su versión adulta, no fuera Ryan Reynolds. Es que el canadiense tiene un timing para la comedia, que cuando en sus películas se combina con el cine de acción, parece que fuera imbatible.

Una divertida cinta para grandes y chicos, que sólo decae cuando Reynolds exagera al héroe deslenguado y se prolongan sus escenas de acción.

Unas buenas actuaciones y una premisa fascinante, no compensan la falta de inteligencia de esta cinta sobre viajes en el tiempo.