Críticas San Andrés (2015)

Ni siquiera The Rock logra rescatar a esta película que muestra un completo desastre en Los Ángeles debido a un terremoto.

California se derrumba de forma espectacular en una película de acción que rápidamente degenera desde lo felizmente estúpido a lo fatalmente estúpido.

Por partes aterradora, emocionante y ridícula, 'San Andreas' es, ante todo, más impresionante que otra cosa.

Si buscas una película de desastres al estilo Emmerich con una gran cantidad de cadáveres, hay mucho que te sorprenderá. Sin embargo, en cuanto a la profundidad de los personajes y la trama, 'San Andreas' se siente lamentablemente familiar y superficial.

Peyton no entiende la comedia ni la autoconciencia como posibles herramientas para revitalizar una propuesta desgastada. Su representación del apocalipsis se traduce en dos horas de destrucción digital, tristeza y seriedad. Y frente a eso, no hay solución.

La cinta transcurre en medio de efectos de primer mundo, pero acompañados de un guión bastante tambaleante. Una cinta regular, imposible que llegue a ser un referente.

No es más que una atracción de parque temático llena de escombros, ruido y lugares comunes. Los protagonistas parecen ser poco más que personajes de videojuego que saltan obstáculos en diversos escenarios.

'Terremoto' es precisamente lo que su nombre sugiere: una notable catástrofe digital, aunque su trama resulta menos impactante que un temblor de grado 2.

Aunque no es la más tonta ni la peor realizada que exista, no brilla propiamente por su originalidad visual ni por su calidad dramática.

Es divertida y es noble, y si no fuera por la plata gastada en efectos, digna representante de la buena y querida Clase B.

Más allá del indudable carisma y oficio de Dwayne "The Rock" Johnson, 'Terremoto' no logra ser más que un producto trillado, pleno de efectos especiales y sin un ápice de autoconciencia.

Abunda la superacción delirante y divertidísima, con momentos de destrucción imaginativa y espectacular.