Críticas Hasta el último hombre (2016)

Sin duda, va a ser considerada como la película del regreso de Gibson. 'Hacksaw Ridge' es una película bélica increíblemente conmovedora e hiriente.

Mel Gibson encuentra conciencia en una espantosa historia bélica. Por muy repelente que muchos aún puedan encontrar la figura de Gibson, debo informar que 'Hacksaw Ridge' es un éxito absoluto.

Un poderoso recordatorio del sacrificio, el heroísmo y el poder de la fe. Gibson nunca ha sido muy sutil, pero sin duda es efectivo al transmitir un mensaje sincero.

Si lo que buscas es sutileza, has entrado en la sala de cine equivocada. Una de las descripciones más realistas sobre la verdadera naturaleza de la lucha armada.

Gibson ha querido mostrarnos a un pacifista que sirvió noblemente durante la Segunda Guerra Mundial. Es un testimonio de sus habilidades como director, y también un acto de expiación que puede conseguir traer de vuelta a Gibson.

Con un puñado de excelentes actuaciones y el brío natural que poseen los trabajos de Gibson, su nueva película vuelve a ser un sermón poco sutil que, en su fascinante visualización, se convierte en la feliz contradicción que es el australiano como artista.

Lo que quedará para la Historia es un fragmento de cine puro, guerra cruenta que haría las delicias de Sam Fuller, donde Gibson se hace paradoja: el pacifista más sangriento del mainstream yanqui.

Aquí no hay malvados: todos tienen su oportunidad de redención, en innumerables escenas que nos manipulan en busca de lágrimas. Gibson tiene tantas ganas de retorcernos las tripas que cae en el humor, con sangre que mueve más a la risa que al horror.

Un film vibrante y lleno de energía para concientizar sobre la violencia. No hay muchos realizadores que se animen a llegar tan lejos y sean igualmente consistentes con sus ideas.

Violenta y excesiva, por momentos brillante y en otros al borde del absurdo.

El primer tramo introduce a los personajes y sus situaciones de manera bastante convencional y predecible. Sin embargo, la narrativa se transforma en la segunda mitad. Gibson despliega su maestría cinematográfica al presentarnos algunas de las escenas de guerra más impactantes en la historia del cine.

Es, más allá de las controversias, una experiencia sobrecogedora y un imponente espectáculo cinematográfico.

Dificilmente sea esta una realización que entusiasme al gran público o a los militares, seguramente los Adventistas del 7o. Dia mejorarán su concepto sobre el cine en general.