Críticas Jumanji: Siguiente nivel (2019)

Aunque es divertida, representa un paso hacia atrás en comparación a su antecesora.

Esta entrega claramente se desinfla, pero sus disfrutables escenas de acción y alguna sorpresa o dos cerca del final mantendrán las quejas de los padres al mínimo.

La historia puede ser chapucera en algunas partes, pero el carisma colectivo de su reparto compensa más que suficiente. Como dice el refrán: no odies al jugador, odia al juego

Tiene algunos momentos realmente divertidos y garantiza alguna que otra carcajada. Es tan ligera como la última entrega, y aunque deja algunas ideas interesantes de lado, servirá de excusa para pasar un rato en familia.

Estropeada por las mismas deficiencias que afectan a otras secuelas de franquicias. Se siente menos fresca, menos divertida y en general, menos entretenida.

Otra entrega divertida, satisfactoria y repleta de acción, perfecta para comer palomitas.

Consigue imprimir agilidad y humor a un superespectáculo de dos horas. Todos los paisajes y las fieras cuentan con tanta resolución que admira su condición virtual y, lo más importante, divierte.

Discreta a nivel de guión y sin ninguna frescura, esta nueva partida en el universo Jumanji se deja ver.

Se percibe un guion endeble desde los primeros minutos, y aunque tiene destellos gracias a la exploración de la amistad, no logra compensar la comicidad infame y simple que abraza a la película.

Una cinta que se ubica a la altura de lo previamente logrado, aunque sin sobrepasarla.

Aunque carece del elemento sorpresa, y es un tanto injusto exigirlo, la película ofrece aventura y una comedia ligera ideal para toda la familia. En su mayoría, los chistes funcionan y cada personaje tiene la oportunidad de brillar.

Un nuevo producto vacío, sin construcción de personajes y con un derroche exagerado de efectos especiales, que es lo que el público pide a gritos.

Las incorporaciones de Danny DeVito, Danny Glover y Awkwafina son las únicas novedades de una secuela que se parece mucho a la anterior película de la franquicia.

Con una batería de efectos especiales siempre funcionales a la historia, el resultado es un film tan eficaz como carente de sorpresa, un entretenimiento vacacional tan noble como en definitiva genuino.

Las mismas fortalezas que sostuvieron el regreso triunfal de Jumanji en 2017 están a la vista en esta continuación. Hay en sus artífices un confeso y visible amor por la aventura en todas sus formas posibles desde el cine.

El cine, el buen cine, siempre es metáfora, siempre es un “juego en el que entramos”, incluso impotentes en la butaca. Aquí, cada vez más, esa cuestión se subraya.

En ningún momento este Siguiente Nivel pierde su ritmo ni capacidad de entretención, en especial por la suma de paisajes, retos y personajes.