Críticas No te preocupes querida (2022)

Pugh está brillante y Wilde aborda con confianza un tema complejo y un presupuesto considerable, logrando una película hábil y visualmente atractiva. Aunque no alcanza su objetivo final, el trayecto hasta ese momento resulta intrigante.

La película resulta más espectacular que efectiva. Para lograr un impacto real, necesitaba cautivarnos gradualmente, ser astuta y ofrecer sorpresas en su desarrollo. Sin embargo, termina siendo bastante predecible.

Pugh casi salva el día. Sin embargo, Wilde la somete a una lucha cuesta arriba debido a un guion que culmina en una revelación predecible desde lejos.

Es una película abandonada en un desierto de falta de originalidad, y el desierto no florece.

Puede que 'Don't Worry Darling' sea un paso en falso, pero Wilde sigue teniendo un talento cinematográfico que merece la pena contemplar.

Un juego elaborado con poca recompensa, la versión cinematográfica de un bronceado falso.

Aunque el thriller presenta un estilo visual impresionante y una notable dinámica, le resulta complicado generar tensión y ofrecer sorpresas narrativas.

Como tal, 'Don't Worry Darling' es bastante entretenida si estás de humor, aunque el thriller psicológico de Wilde no reescriba las reglas del género de forma significativa.

Ni siquiera Florence Pugh logra rescatar este pesado thriller.

Recicla un montón de ideas e imágenes de otras películas, a las que intenta dotar de un nuevo ángulo sociopolítico pero se queda en una historia más bien simplista con una revelación decepcionante.

Es cierto que es demasiado larga, pero la historia es absolutamente fascinante y resonará entre los aficionados al cine de género.

Brillante pieza de entretenimiento que avanza de manera firme a través de clásicos y otros títulos que, de una forma u otra, configuran la memoria del espectador.

Una película que deslumbra en lo visual, pero en términos dramáticos naufraga entre la frialdad, artificialidad y obviedad de su propuesta.

Ninguno de los intérpretes logra convencer del todo. Styles intenta lo mejor que puede, pero quien realmente sufre es Pugh, quien ha demostrado ser una actriz talentosa. Sin embargo, es claro que si el libreto no colabora y la dirección brilla por su ausencia, no hay actuación que salve la situación.

Entre los huecos argumentales, hay imágenes atractivas, con mucho kitsch y moda fifties intercalados con imaginativas escenas alucinatorias que ayudan a equilibrar el conjunto.

Desborda ideas mal desarrolladas y se cree más importante de lo que es. En su pretensión es en donde encuentra su caída más brutal.

Genera toda una expectativa enorme para la resolución del conflicto. Sin embargo, una vez transcurrida, regresan las reiteraciones y formas que desinflan sus intenciones. Es una película entretenida, pero se hace pesada.

Un misterio le otorga su interesante, aunque diluida faceta de thriller psicológico, donde junto a Pugh también se destacan su ambientación y fotografía.